domingo, 24 de agosto de 2014
sábado, 16 de agosto de 2014
Audiobook. Neil Hilborn.
Hi! Thank you for purchasing the audiobook of “How to Ruin Your Life, for Fun and Profit”,
As read by the author, Neil Hilborn.
So, you wanna be unhappy?
You probably think that you need to be in pain to be an interesting person - and you’re right!
People who “care” about you will tell you that you don’t need to suffer to be important,
But just remember, musicians are always most popular the day after they die!
So, are you ready to matter to someone?
Step One
Hate yourself.
You are, presumably, a human being between the ages of alive and dead,
So the chances are you’re already there!
Congratulations!
Step Two
Fall in love.
People will tell you that this takes years,
But we have a secret method that will allow you to fall for anyone in under a week:
The trick is, you must be completely unable to tell the difference between love and codependence!
Step Three
Fall in love again.
People will tell you that this is impossible, given the love already inside you,
But they don’t know you -
Your love is limitless,
Your heart is a well that goes all the way down,
You can fit everyone in there!
But remember to lie about it!
Love can’t exist in the knowledge of other love.
Step Four
At this point you may be debating your decision to totally fuck up your life,
So ask yourself:
Would you rather be happy or interesting?
Would you rather be on the news, or just watching it?
Happy people don’t make history,
Happy people make children, then die.
Step Five
Develop a mental disorder that makes you aloof and impossible to contact.
When Someone accuses you of being a bad person,
Call them insensitive!
Instant moral superiority!
Step Six
All of the elements are in place,
Now, start sabotaging your own life.
This isn’t crazy, this is research,
This is material,
This is necessary for your personal growth.
Step Seven
You’ve been in love with two people for a while now,
Tell them about each other!
Whichever one stays is the winner!
Step Eight
Call your boss a fascist dog lover.
Tell your friends fun lies about your other friends.
Tell your mother that she was the reason you tried to kill yourself,
It just isn’t depression without total isolation!
Nine
Do something to hurt yourself.
It may be a bicycle “accident”,
It may be a razor -
Literal or not, make yourself bleed,
Step Ten
Create something.
Paint your scars on the side of a building.
Write a poem and shout it at strangers.
The misery circus is parading into town and you are holding the banner,
Miles of people are following you,
They are all wearing grey,
A rainbow of grey,
They are all watching as they kick themselves bloody on their own feet.
You have scars,
And everyone wants to kiss them,
This is stigmata pornography,
This is inspiration.
You are why they are still alive,
You are morning in a world of midnights,
You are so brave,
And they want to be brave just like you!
Look at what you have built.
Everything you loved has gone.
Tell yourself it was worth it.
Hola! Gracias por comprar el audiolibro de "Cómo arruinar tu vida, por diversión y dinero"
Leído por su autor Neil Hilborn.
Por lo tanto, ¿quieres ser infeliz?
Probablemente piensas que tienes que estar sufriendo para ser una persona interesante - ¡y tienes razón!
Las personas que se "preocupan" sobre usted le dirán que no es necesario sufrir para ser importante, pero recuerda, los músicos son siempre más populares el día después de su muerte!
Entonces, ¿estás listo para importar a alguien?
Paso Uno.
Odiate a ti mismo. Usted es, presumiblemente, un ser humano entre los vivos y los muertos, así que lo más probable es que ya estás allí! ¡Enhorabuena!
Paso Dos.
Enamórate. La gente te dirá que esto lleva años, pero tenemos un método secreto que le permitirá enamorarse de cualquier persona en menos de una semana: El truco es, ¡debes ser completamente incapaz de decir la diferencia entre el amor y la codependencia!
Paso Tres.
Enamórate otra vez. La gente te dirá que esto es imposible, dado el amor que ya tienes. Pero ellos no te conocen -Tu amor es ilimitado, tu corazón es un bien que va todo el camino hacia abajo, ¡Puedes meter a todos ahí! ¡Pero recuerda mentir acerca de ello! ¡No dejes que el otro se entere!
Paso Cuatro.
En este punto usted puede estar debatiendo la decisión de mandar a la mierda totalmente de su vida, así que preguntese a sí mismo: ¿Prefieres ser feliz o interesante? ¿Preferirías estar en las noticias, o simplemente viéndolas?
Las personas felices no hacen historia, las personas felices hacen niños, y luego mueren.
Paso Cinco.
Invéntate un trastorno mental que te haga distante e imposible de contactar. Cuando alguien te acuse de ser una mala persona, llámalos insensibles! ¡Superioridad moral instantánea!
Paso Seis.
Ahora todos los elementos están en su lugar, ahora, comienza a sabotear tu propia vida. Esto no es una locura, esto es una investigación, esto es material, esto es necesario para su crecimiento personal.
Paso Siete.
Ahora has estado enamorado de dos personas por un tiempo ahora, ¡hábleles acerca del otro! ¡El que se quede es el ganador!
Paso Ocho.
Llame a su jefe hijo de puta. Dile a tus amigos mentiras divertidas acerca de tus otros amigos. Dile a tu madre que ella fue la razón por la que trataste de suicidarte. Simplemente no es depresión sin aislamiento total!
Paso Nueve.
Haz algo para lastimarte a ti mismo. Puede ser un "accidente" en la bicicleta, puede ser una navaja de afeitar -literal o no, hazte sangrar.
Paso Diez.
Crea algo. Pinta tus cicatrices en el lado de un edificio. Escribir un poema y gritalo a los extraños. El circo de la miseria está desfilando en la ciudad. Miles de personas te están siguiendo, todos están usando gris, un arcoiris de color gris, todos ellos están viendo como se patean a sí mismos con sangre en sus propios pies. Tienes cicatrices, y todo el mundo quiere besarlas. Esta pornografía estigmática. Esta es la inspiración.
Usted es la razón por la que siguen vivos.
Todavía están vivos.
Tú eres la mañana en un mundo lleno medias noches, eres tan valiente.
¡Y quieren ser tan valientes como tú!
Mira lo que has construido.
Todo lo que amas se ha ido.
Dite a ti mismo que valió la pena.
lunes, 11 de agosto de 2014
Sal con un chico que no lee.
Sal con una chica que lee. Rosemary Urquico
Encuentra una chica que lea. Sabrás que lo hace porque siempre llevará un libro a medias de leer en el bolso. Será la que mire con amor las estanterías de la librería, la que llora silenciosamente cuando encuentra el libro que quería. ¿Ves la chica rara que huele las páginas de los libros viejos en una librería de segunda mano? Esa es la lectora. Nunca se pueden resistir a oler las páginas, especialmente si están amarillentas.
Es la chica que lee mientras está esperando en la cafetería del final de la calle. Si echas un vistazo a su taza, verás que la crema del café está flotando en la superficie porque ya está absorta, perdida en un mundo que el autor ha creado. Siéntate. Probablemente te mire fugazmente, como la mayoría de las chicas que leen no le gusta ser interrumpida. Pregúntale si le gusta el libro. Invítala otra taza de café.
Hazle saber lo que piensas de Murakami. Comprueba si ha pasado del primer capítulo de La Comunidad del Anillo. Entiende que si te dice que entendió el Ulysses de James Joyce sólo te lo dice para sonar inteligente. Pregúntale si le gusta Alice o si le gustaría ser Alice.
Es sencillo salir con una chica que lea. Regálale libros por su cumpleaños, por Navidad y por los aniversarios. Dale el regalo de las palabras, en poesía, en canciones. Regálale a Neruda, Pound, Sexton, Cummings. Hazle saber que entiendes que las palabras son amor. Entiende que ella conoce la diferencia entre los libros y la realidad, pero por Dios que va a intentar hacer su vida un poco como su libro favorito. Nunca será tu culpa si lo hace. De alguna manera tiene que intentarlo.
Miéntele. Si entiende la sintaxis, entenderá que necesitas mentir. Tras las palabras hay otras cosas: motivaciones, valores, matices, diálogos. No va a ser el fin del mundo.
Fállale. Porque una chica que lee libros sabe que el fracaso siempre lleva hasta el clímax. Porque ellas entienden que todas esas cosas tendrán un final. Y que siempre puedes escribir una secuela. Y que puedes empezar otra vez, y otra y seguir siendo el héroe. Que la vida está destinada a tener un villano o dos.
¿Por qué estar asustado de todo lo que no eres? Las chicas que leen entienden que esa gente, como los personajes, evolucionan. Excepto en la saga Crepúsculo.
Si encuentras una chica que lea, mantenla cerca. Cuando la encuentres a las 2 de la mañana sosteniendo un libro contra su pecho y llorando, hazle una taza de té y abrázala. Puedes perderla por unas cuantas horas, pero siempre volverá a ti. Hablará como si los personajes del libro fuesen reales, porque durante un rato, siempre lo son.
Te declararás en un globo aerostático. O durante un concierto de rock. O casualmente la próxima vez que esté enferma. Por Skype.
Sonreirás con tantas ganas que te preguntarás por qué tu corazón no ha explotado y la sangre no está corriendo ya por tu pecho. Escribirás la historia de vuestra vidas, tendréis hijos con nombres extraños y gustos aún más extraños. Les presentará a vuestros niños al Gato Garabato y a Aslan, quizá el mismo día. Pasaréis los inviernos de vuestra vejez juntos y ella recitará a Keats en voz baja mientras te sacudes la nieve de las botas.
Sal con una chica que lea porque te lo mereces. Te mereces una chica que pueda darte la vida más colorida imaginable. Si sólo puedes darle monotonía y horas aburridas y compromisos a medias, entonces estás mejor solo. Si quieres el mundo y los mundos que hay más allá, sal con una chica que lea.
O mejor aún, sal con una chica que escriba.
Sal con una chica que no lee. Charles Warnke
La lectura en México/1
Ya no es apreciación subjetiva sino hecho científicamente demostrado: al mexicano no le interesan los libros. Se hizo todo lo posible, que conste. Y aunque haya sido en vano, hay dignidad en la derrota. Así pues, relajémonos, respiremos hondo, tomemos un descanso.
Las estadísticas avasallan. Demuestran con alevosía y ventaja, sin mostrar forma alguna de clemencia ni resquicio para el anhelado error metodológico, que al mexicano (el 99.99 por ciento) no le gusta leer. Es más, no sólo no le gusta leer, no le gustan los libros ni siquiera en calidad de cosa, ni para no leerlos ni para nada, vamos, ni para prótesis de la cama que se rompió una pata. Años de esfuerzo educativo, de aventar dinero a raudales en bibliotecas, centros culturales, publicidad, cursos, campañas y ferias, premios y becas, ofertas y descuentos, clubes y talleres, mesas redondas y presentaciones… Todo para merecer la sincera respuesta: No, no queremos leer. Que no nos interesa. Que no. Que no queremos. Que no haya libros y ya. Punto. No. ¡Que no! Ene, o = NO.
En ese desolador paisaje de estadísticas, las más tristes son las que, como recodará el lector de Letras Libres, Gabriel Zaid difundió hace poco en su ensayo “La lectura como fracaso del sistema educativo”. Una de ellas señala que hay 8.8 millones de mexicanos que han realizado estudios superiores o de posgrado, pero que el dieciocho por ciento de ellos (1.6 millones) nunca ha puesto pie en una librería. Luego de mezclar cifras y trazar constantes, el lacónico Zaid concluye: “La mitad de los universitarios (cuatro millones) prácticamente no compra libros.” Luego dice que “en 53 años el número de librerías por millón de habitantes se ha reducido de 45 a 18” en la culta capital. Es decir: a mayor esfuerzo educativo, menos lectores. Esto demuestra algo realmente inaudito: en México la clase ilustrada es aún más bruta que la clase iletrada.
Otras estadísticas que provienen de la OCDE y la Unesco. Su estudio “Hábitos de lectura” le otorga a México el sitial 107 en una lista de 108 países estudiados (el país que se ganó el lugar 108 ni siquiera se menciona porque se derritió en el ínterin). Según esos estudios, el mexicano promedio lee 2.8 libros al año. Hay sólo una biblioteca pública por cada quince mil habitantes. El cuarenta por ciento de los mexicanos nunca ha entrado, ni por error, a una librería. Existe una librería por cada doscientos mil habitantes. En todo el país hay solamente seiscientas librerías… Es obvio que las cifras están equivocadas. ¿De veras creen que en México hay una biblioteca pública por cada quince mil habitantes?, es decir, ¿encuentran verosímil que en la capital existan quince mil bibliotecas? Ni sumándoles las bibliotecas privadas. ¿Y de veras se creen que hay seiscientas librerías en el país? Y, para terminar, ¿de veras se habrán tragado eso de que los mexicanos leen anualmente 2.8 libros per capita?
Ignoro su metodología, pero conozco mi tierra. Me temo que lo más seguro es que el encuestado mexicano promedio no haya leído nada nunca y haya decidido mentir, proclive como es a la exageración y a la balandronada, en especial cuando se le encuesta o entrevista (conducta que se agudiza si el interrogador es extranjero). Es curioso que a la pregunta “¿cuántos libros lee usted al año?” lo que se le haya ocurrido contestar haya sido la babosa cifra “2.8”. A sabiendas de su propensión a gesticular, la cifra 2.8 demuestra que a ese mexicano promedio la pura idea de leer libros le resultó a tal grado misteriosa que aun creyendo exagerar, no exageró. Es decir: desde su punto de vista exageró muchísimo, pues la posibilidad de tener un libro en las manos, y además leerlo, le pareció algo tan descomunalmente raro y remoto que, de inmediato, coligió que sólo alguien muy especial podría leer uno al año. De ahí a ponerse guapo ante el entrevistador y adjudicarse la lectura de 2.8 libros anuales sólo hubo un acto de exhibicionismo.
No quiero decir con esto que todos los encuestados hayan mentido, pero sí que la gran mayoría de la minoría que no mintió mete por igual en la categoría “libro” al directorio telefónico y al manual del usuario de su licuadora. E incluso los que con toda buena fe y limpia conciencia dijeron la verdad y efectivamente leyeron 2.8 libros en un año, de haber sido más interrogados, habrían confesado que los libros eran El libro vaquero y la fotonovela porno La pierna de Carolina. Lo anterior en lo que toca a las clases media y alta. La baja sólo leyó las aventuras legítimas de AMLO en los cómics que, gracias a sus masivos tirajes y hospitalario formato, amén de su carácter gratuito, impidieron que la estadística nos mandara al lugar 200.
Estas estadísticas han cubierto al país de vergüenza. Lo bueno es que como el país no lee, no se ha enterado de que está cubierto de vergüenza. Podrá haber precio único, y librerías en cada esquina, y libros baratos, y bibliotecas que regalen café. Y al mexicano no se le va a pegar la gana de leer. ¿Por qué? Misterio. Debe de haber respuestas, por lo menos tentativas (y que rebasen lo que ya adelantó alguno, totalmente en serio: “Es culpa de Fox”).
No, no me tomo esto a la ligera. ¿Cómo podría hacerlo si he impartido clases de literatura, de la secundaria al posgrado, desde hace casi cuarenta años? ¿Cómo, si me dedico a escribir libros (que, naturalmente, no venden ni el 0.00000008)? Pero tampoco creo que haya que rasgarse las vestiduras. En nuestro país la literatura circula más bien como zamisdat y aun así está bien y viva, y llega a quien debe y no pasa nada. O lo único que pasa es que se impone regresar a la modestia.~
domingo, 10 de agosto de 2014
ALMOST. Bianca Phipps
OSD. Neil Hilborn
Everything in my head went quiet.
All the tics, all the constantly refreshing images just disappeared.
When you have Obsessive Compulsive Disorder, you don’t really get quiet moments.
Even in bed, I’m thinking:
Did I lock the doors? Yes.
Did I wash my hands? Yes.
Did I lock the doors? Yes.
Did I wash my hands? Yes.
But when I saw her, the only thing I could think about was the hairpin curve of her lips..
Or the eyelash on her cheek.
the eyelash on her cheek.
the eyelash on her cheek.
I knew I had to talk to her.
I asked her out six times in thirty seconds.
She said yes after the third one, but none of them felt right, so I had to keep going.
On our first date, I spent more time organizing my meal by color than I did eating it,
or fucking talking to her...
But she loved it.
She loved that I had to kiss her goodbye sixteen times or twenty-four times or if it was Wednesday.
She loved that it took me forever to walk home because there are lots of cracks on our sidewalk.
When we moved in together, she said she felt safe,
like no one would ever rob us because I definitely locked the door eighteen times.
I’d always watch her mouth when she talked.
When she talked.
When she talked.
When she talked.
When she talked.
When she said she loved me, her mouth would curl up at the edges.
At night, she’d lay in bed and watch me turn all the lights off..
And on, and off,
and on, and off,
and on, and off,
and on, and off,
and on, and off,
and on, and off,
and on, and off,
and on, and off,
and on, and off,
and on, and off,
and on, and off.
She’d close her eyes and imagine that the days and nights were passing in front of her.
Some mornings I’d start kissing her goodbye but she’d just leave cause I was
just making her late for work...
When I stopped in front of a crack in the sidewalk, she just kept walking...
When she said she loved me her mouth was a straight line.
She told me that I was taking up too much of her time.
Last week she started sleeping at her mother’s place.
She told me that she shouldn’t have let me get so attached to her; that this whole thing was a mistake, but...
How can it be a mistake that I don’t have to wash my hands after I touched her?
Love is not a mistake, and it’s killing me that she can run away from this and I just can’t.
I can’t – I can’t go out and find someone new because I always think of her.
Usually, when I obsess over things, I see germs sneaking into my skin.
I see myself crushed by an endless succession of cars...
And she was the first beautiful thing I ever got stuck on.
I want to wake up every morning thinking about the way she holds her steering wheel..
How she turns shower knobs like she's opening a safe.
How she blows out candles.
Blows out candles.
Blows out candles.
Blows out candles.
Blows out candles.
Blows out…
Now, I just think about who else is kissing her.
I can’t breathe because he only kisses her once — he doesn’t care if it’s perfect!
I want her back so bad...
I leave the door unlocked.
I leave the lights on.
La primera vez que la vi…
todo en mi cabeza se silenció.
Todos los tics, todas las ideas recurrentes desaparecieron.
Cuando tienes Trastorno Obsesivo Compulsivo en realidad no tienes momentos en silencio.
Incluso en la cama estoy pensando.
¿Cerré las puertas? Sí.
¿Me lavé las manos? Sí.
¿Cerré las puertas? Sí.
¿Me lavé las manos? Sí.
Pero cuando la vi, la única cosa en la que pude pensar fue en la curva de horquilla de sus labios.
O la pestaña en su mejilla.
La pestaña en su mejilla.
La pestaña en su mejilla.
Sabía que debía hablar con ella.
La invité a salir seis veces en treinta segundos.
Ella dijo que sí después de la tercera,
pero ninguna de las veces que pregunté se sintió bien, así que tenía que seguir adelante.
En nuestra primera cita,
pasé más tiempo organizando mi comida por colores de lo que pasé comiéndola o hablando con ella.
Pero le encantó.
Le encantaba que tuviera que besarla para despedirme 16 veces, o 24 si era miércoles.
Le encantaba que me tomase todo el tiempo caminar hacia casa porque había muchas grietas en el suelo.
Cuando nos mudamos juntos ella dijo que se sentía segura,
como si nadie nos fuera a robar porque definitivamente había cerrado la puerta 18 veces.
Yo siempre veía su boca cuando hablaba.
Cuando hablaba.
Cuando hablaba.
Cuando hablaba.
Cuando hablaba.
Cuando me dijo que me amaba, su boca se curvaba hacia arriba en los bordes.
Por la noche, ella se acostaba en la cama y me veía apagar todas las luces, y encenderlas, y apagarlas,
y encenderlas, y apagarlas,
y encenderlas, y apagarlas,
y encenderlas, y apagarlas,
y encenderlas, y apagarlas,
y encenderlas, y apagarlas,
y encenderlas, y apagarlas,
y encenderlas, y apagarlas,
y encenderlas, y apagarlas,
y encenderlas, y apagarlas,
Ella cerraba los ojos e imaginaba que los días y las noches pasaban frente a ella.
Algunas mañanas empezaba a besarla para despedirme pero ella se iba sólo porque la estaba haciendo llegar tarde al trabajo.
Cuando me detenía en las grietas del suelo, ella seguía caminando.
Cuando me decía que me amaba su boca era una línea recta.
Me dijo que le estaba ocupando demasiado tiempo.
La semana pasada empezó a dormir en casa de su madre.
Me dijo que nunca debió dejarme apegarme tanto a ella; que todo esto fue un error,
pero… ¡¿Cómo podría ser un error que no tenga que lavarme las manos después de tocarla?!
El amor no es un error, y me está matando que ella pueda huir de esto y yo no pueda.
No puedo.
No puedo salir y encontrar a alguien nuevo porque siempre pienso en ella.
Normalmente, cuando me obsesiono con algo, veo gérmenes introduciéndose en mi piel.
Me veo a mí mismo atropellado por una infinita línea de coches.
Y ella fue la primera cosa hermosa en la que me he estancado.
Quiero despertar todas las mañanas pensando en la manera en la que agarra el volante.
Cómo mueve la llave de la ducha como si estuviera abriendo una caja fuerte.
En cómo sopla las velas.
Cómo sopla las velas.
Cómo sopla las velas.
Cómo sopla las velas.
Cómo sopla…
Ahora sólo pienso en quién estará besándola.
Me deja sin respiración que la pueda besar una sola vez. ¡A él no le importa si es perfecto!
Deseo tanto que vuelva, que…
Dejo la puerta abierta.
Dejo las luces encendidas.
FUTURO. Neil Hilborn
“¿Por qué estaba desnudo a la mitad de una carretera en la tarde?” “Me alegra que preguntes otra mitad imaginaria de esta conversación, no teng o ni idea”.
Algunas características del desorden bipolar incluyen, disociación, alucinación y estados de fuga. Así que algunas veces me despierto en lugares en donde no me fui a dormir.
Entonces, heme ahí, desnudo, desparramado en un coche como una gallina abierta, gritando sobre que el gobierno conspira para quitarme mi pie, no mi pie el real, sólo mi pie en el cerebro. Estaba a seis pies del concreto cuando me di cuenta en cámara lenta, como si estuviera del lado opuesto de un ataque de rinocerontes.
Esa no era la forma en cómo me imaginaba que mi vida iba a acabar; cuando era pequeño me rompí los dos tobillos saltando del techo porque estaba seguro de que una capa me daba el poder de volar. Mis padres lo atribuyeron a mi gran imaginación. El año pasado mi terapeuta lo nombró como un “delirio”, no le encuentro la diferencia. Además yo sí puedo volar y ver el futuro, y hacer que la gente estúpida deje las cafeterías con la mente el 43% del tiempo. Algunas veces veo la gente como colores; este tipo aquí es purpura, lo que significa que acaba detener un ascenso o una mamada, o un mamascenso si lo prefieren.
El punto es. Aquí está una lista de lo que mi cerebro me pide que haga: Unirme a un culto, comenzar un culto, convertirme en ebanista, matarme a mí mismo, así que en esencia convertirme en un ebanista, entrar sin pedir permiso y pintar la casa de otras personas, acostarme con, literalmente, cualquiera que me recuerde a mi madre, pelear con gente que es mucho más “peleadora” que yo, como los policías, así que en esencia, matarme a mí mismo.
Pienso mucho sobre suicidarme, no como un punto dentro del mapa, más bien como un letrero de “salida” que brilla lo suficiente para verlo desde un espectáculo que nunca es lo suficientemente malo como para quererme ir, verás; cuando me levanto no me suicido porque... ¡Joder! Hay muchas cosas por hacer y cuando estoy abajo no me suicido porque así la tristeza se terminaría, y la tristeza es la pintura vieja que está sobre la nueva, es la casa en llamas o un hombro fracturado,seguiría siendo yo sin ella, pero sería muy aburrido.
Me siguen diciendo que ver cosas que técnicamente no están ahí se llama: “Alteración cognitiva”. Yo lo llamo tener un súper poder.
Una vez, me estacioné en una carretera libre y salté de mi vieja jeep, porque lo había visto estallar en llamas veinte segundos antes de que realmente sí estallara en llamas. Y sabía que mi novia y yo estaríamos juntos, porque se puso rosa brillante la primera vez que me vio. Sé el mañana llegará porque lo he visto, el amanecer llegará y lo único que tienes que hacer es despertar.
El futuro ha sido una guerra pero está llegando muy pronto, el futuro es como un niño en una capa, el futuro es el mapa y el tesoro, el futuro es como la gravedad, todos estamos a la deriva yendo lentamente havia todos, un dia vamos a formar parte de todo, el futuro es el cielo azul y el tanque cargado de gasolina.
Yo vi el futuro, lo vi, y en el yo estaba vivo.
Una vez escribió un poema...
escribió un poema.
Y lo llamó “Chops”
porque así se llamaba su perro
Y de eso trataba todo
Y su profesor le puso un sobresaliente
y una estrella dorada
Y su madre lo colgó en la puerta de la cocina
y se lo leyó a sus tías.
Ese fue el año en el que el Padre Tracy
llevó a todos los niños al zoo
Y les dejó cantar en el autobús
Y su hermana pequeña nació
con las uñas de los pies diminutas y sin pelo
Y su madre y su padre se besaban mucho
Y la niña de la vuelta de la esquina le envió una
tarjeta de San Valentín firmada con una fila de X
y él tuvo que preguntarle a su padre qué significaban las X
Y su padre siempre lo arropaba en la cama por la noche
Y siempre estaba ahí para hacerlo.
escribió un poema
Y lo llamó “Otoño”
porque así se llamaba la estación
Y de eso trataba todo
Y su profesor le puso un sobresaliente
y le pidió que escribiera con más claridad
Y su madre nunca lo colgó en la puerta de la cocina
porque estaba recién pintada
Y los niños le dijeron
que el Padre Tracy fumaba puros
Y dejaba colillas en los bancos de la iglesia
Y a veces las quemaduras hacian agujeros
Ese fue el año en que su hermana le pusieron gafas
con cristales gruesos y montura negra
Y la niña de la vuelta de la esquina se rio
cuando él le pidió que fuera a ver a Papá Noel
Y los niños le dijeron por qué
su madre y su padre se besaban mucho
Y su padre nunca lo arropaba en la cama por la noche
Y su padre se enfadó
cuando se lo pidió llorando.
escribió un poema
Y lo llamó “Inocencia: una duda”
porque esa duda tenía sobre su chica
Y de eso trataba todo
Y su profesor le puso un sobresaliente
y lo miró fijamente de forma extraña
Y su madre nunca lo colgó en la puerta de la cocina
porque él nunca se lo enseñó
Ese fue el año en el que murió el Padre Tracy
Y olvidó cómo
era el final del credo
Y sorprendió a su hermana
enrrollándose con uno en el porche trasero
Y su madre y su padre nunca se besaban
ni siquiera se hablaban
Y la chica de la vuelta de la esquina
llevaba demasiado maquillaje
Que le hacia toser cuando la besaba
pero la besaba de todas formas
porque tenía que hacerlo
Y a las tres de la madrugada se metió él mismo en la cama
mientras su padre roncaba profundamente
intentó escribir otro poema
Y lo llamó “Absolutamente nada”
Porque de eso trataba todo en realidad
Y se dio a sí mismo un sobresaliente
y un corte en cada una de sus malditas muñecas
Y lo colgó en la puerta del baño
porque esta vez no creyó que pudiera llegar a la cocina.
El viajero solitario- Quetzal Noha
Jaime Sabines.
miércoles, 6 de agosto de 2014
Ya no somos los mismos.
Incluso...
Incluso si las cosas no van como tu quieres que vayan, incluso si pierdes incluso si no ganas, incluso si pareces idiota, incluso si eres pisoteado, incluso si te golpean, incluso si estas triste, incluso si estas disgustado, incluso si estas cansado de todo, incluso si estas sufriendo, incluso si es difícil, incluso si estés débil, incluso si no tienes razón, incluso si eres humillado.
A pesar de todo, sonríe.
Alza la cabeza porque no encontrarás la esperanza tirada en el suelo.