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domingo, 5 de febrero de 2017

Lauren Bullock/ Love notes [lyrics]


If my heart is poetry,
then the last love poem I wrote is a crumpled up memo and you 
are a journal I was hoping to fill my days with 
until the space ran out. 

But I must have cramped my writing hand because 
even muscle memory has forgotten how I used it. 
Were you thinking of her then too?
When I flipped through your pages, 
did you remember her fingerprints on your surface edges?
Was I just a creased corner pointing backwards for the place you saved for her?

And when she broke your heart, 
did she also crack your spine so you would always fall in her direction? 

I admit I never left you open on my nightstand, 
but I guess you were already stolen in someone else’s secrets and affection. 

There’s a reason I stopped using notebooks and pencils; 
at least the backspace is relatively painless 
when you enter into a document knowing it’s only temporary. 
And no, I’m not afraid of her ink stains, 
just my habit to Rorschach their meaning into tea leaf and palm-line predictions, 
reminders that all stories must have endings 
because I will always believe in the portraits of disaster, 
even if it never begins. 

So when did I become so bold that I scrawled my thoughts in marker, 
hoping they would bleed through your body and become permanent. 
But you marked hers first.

Said you would always be her diary, 
and I guess that makes me an entry on an off day. 
But see, I don’t care how many libraries there are in the world; 
I’d still look for you when I can’t find the right synonym for beautiful 
when other men touch me I am searching for your plot lines. 
Your papercuts are the first thing I was willing to bleed for in so long. 

But i’m not blaming you. 
I’m blaming me. 
Because if my heart is poetry, 
then I only want you to remember the lines about love 
lingering like my scent on your t-shirt 
that night you asked me over, 
even though we both had to get up early the next morning. 
Do you remember? 
You said you’d put it on later just to be close to me again. 

But I’m not trying to be more than your friend, 
nor am I postponing an inevitable end. 
After all, they say if you truly love someone, 
let them go. 

So please know that I’m willing to paper crane all your pages 
until they papyrus the sky 
like the stars we’ll finally discover when they turn out all the lights. 
And I may never be the one who sleeps next to you at night, 
but at least let me be the love letter tucked beneath your pillowcase 
to remind you that no matter what, 
you will always, always be worth the read, my love.

miércoles, 6 de mayo de 2015

DEDICO ESTE POEMA. AMBAR PAST

Dedico este poema a los hombres que nunca se acostaron conmigo
a los hijos que no tuve
a los poemas que nadie escribió

Dedico este poema a las madres que no amaron a sus hijos
A las que murieron en hoteles
sin que nadie les acompañara

A los poetas que viven olvidados en alguna antología
Al poeta en su velorio con la boca cerrada para siempre

Lo dedico al autor de las pintas en los muros
Al torturado anónimo
Al que nunca dijo ni su nombre

Dedico este poema a los que gritan de dolor
y también a las parturientas
Lo dedico a los suicidas
Al que lava cadáveres
A las mujeres que se acuestan con todos
A los que siempre duermen solos

Dedico este poema a los que no frecuentan cafés
ni piscinas ni saben hablar por teléfono
A los que no entran en los bancos
ni salen en la tele
A las de la primaria vespertina
que reciben declaraciones de amor con faltas de ortografía
A los poetas que nunca empiezan a escribir
A las que no se atreven a opinar
ni a levantar la voz
A las que no pueden estar felices sin el consentimiento del macho
A las que duermen con sus delantales puestos
y piensan en el quehacer mientras sus maridos eyaculan prematuramente
A las que tortean en jacales
y no tienen sillones

A los que arrullan a sus hijos en tsotsil
y traen mugre bajo las uñas
A los pepenadores
A los que chaporrean
siembran nopales y comen tortilla con sal
Al sereno que también trabaja de día
A la de la chancla rota que tiende cien camas cada mañana
Al viejo sin dientes que merca chicle en la playa
A los que viajan parados a la tierra del cacao
A las que traen las caras negras
y la cicatriz del llanto en su sordera

A la que da el pecho a su hijo en el cañaveral
A los que buscan el arco iris en el aceite de los charcos
A la que chapotea en las cascadas y se moja el pelo con 
[agua de lirios
A los remeros que inventan el canto con sus brazos
A los que lavan el nixtamal bajo la lluvia
A las que acarrean el agua en cántaros
y caminan por la carretera

A la niña viendo luciérnagas
A la niña con el candil en la mano
A los chamacos que saltan con el rastrojo en llamas
A los que corren sobre el fuego
entierran a sus muertos en la cocina
y cantan entre los escombros

Al que engaña a su muerte en la cama de los moribundos
Al que baja de los cerros para no quemarse con las estrellas
Al que agarra la mano de la muerte y baila con ella

A las que tienen muchas nueras y cargan iguanas en sus cabezas
A los colochos que venden nieve en tierra caliente
A los camaroneros divisando el co de madrugada
Al que arremanga su camisa y pide un hacha
A la que vende tamal de bola, de mumu y chipilín
A los que cortan elote tierno para comerlo crudo
y amarran la pata del perro que roba pollo
A los que hacen las maracas
y matan por amor
Al que se avienta al hoyo en el entierro de un amigo.
Al poeta que no puede bajar del techo por estar tan enamorado

Al que hace lo que puede

Dedico este poema al hombre encadenado
A los niños golpeados
A los hijos de alcohólicos
A las que cuidan a las criaturas de otros y ven a las suyas
[cada quincena
A la que trapea en el colegio y no sabe firmar su nombre
A las que comen en la mesa del hospicio
A los tullidos que se acurrucan junto al horno en alguna panadería
A los que atienden los baños públicos
y barren las calles al amanecer
A las que bailan en cabaretes
y están hartas

Dedico este poema al amasador de adobes que muere en la casa 
[que construyó para otro
A los que se escaparon de noche cuando el volcán sepultó su iglesia
A los vecinos que ya enterraron a sus hijos
uno tras otro como los años que pasan
A los que han tenido que vender a sus hijos
su sangre y su sexo

A los que nada tienen que perder

Dedico este poema a los peones acasillados que invaden 
[las tierras del patrón
A los que cavan túneles debajo del dinero
A los que prenden lumbre al ingenio
A los que no echan sombra y sin luna dinamitan los puentes
A los de trece años que se van a la guerrilla
y conocen mujer por primera vez en la montaña
Para los dos heridos
Para Las Pelonas
Al tacuazín de Olga
A los chuchos apaleados

A niños que nacen en países donde la verdad está prohibida por ley
A los que han adoptado otro nombre
y llevan años sin saludar a la familia
A los que nunca durmieron en la misma cama
y comparten la fosa común

Dedico este poema a la madre que busca a su hijo en el anfiteatro
entre otros poemas decapitados
A la que no puede decir cuál cadáver es el suyo
y se despide de cada uno con un abrazo.